Huellas francófonas por acá y por allá...

Veinte mil leguas de viaje submarino, es una de las obras más famosas del reconocido escritor francés Julio Verne, célebre por sus novelas de aventuras y considerado uno de los “padres de la ciencia ficción”, por su profunda influencia en este género literario.

Este libro se sitúa en la época en la que en los maresse estaba haciendo la transición de buques de paletas a buques de hélice, todos ellos impulsados por vapor, si bien aún se solían usar velas izadas en complejas arboladuras. 

La historia se desenvuelve desde el momento en el que un buque choca contra un escollo de considerable tamaño que aparece repentinamente en medio del océano,  suceso que se repite en varios lugares del océano, separados por miles de kilómetros. En una de aquellas colisiones, la tripulación del barco ve elevarse del escollo una columna de vapor de gran altitud, episodio que los lleva a concluir que se trata de un mamífero marino de descomunales proporciones. 

A raíz de lo anterior, se organiza una expedición para capturarlo el supuesto monstruo marina, en la que figuran el célebre profesor de Historia Natural Pierre Aronnax, su ayudante Conseil y el experto arponero canadiense Ned Land, a bordo de la fragata estadounidense Abraham Lincoln.

El monstruo finalmente resulta ser un sorprendente submarino a las órdenes del capitán Nemo, y el hecho de que deba mantener el secreto plantea un grave problema al capitán en cuanto a la liberación de los tres personajes principales.