Huellas francófonas por acá y por allá...

El Juramento del Juego de Pelota. 

El juramento del juego de pelota es uno de los eventos más importantes de la revolución francesa y fue inmortalizado en esta pintura empezada por Jacques-Louis David en 1790 pero que nunca terminada por falta de financiamiento. Esta versión de la pintura que les presentamos ahora estuvo hecha años después pero sigue siendo una referencia que se encuentra en cada libro de historia. Sus dimensiones son impresionantes puesto que el lienzo mide 358 centímetros sobre 640 pero el alcance histórico del evento es aun más importante y es por eso que se les vamos a contar ahora brevemente. 

En 1789, el rey de Francia se vio obligado a convocar los Estados Generales frente a los problemas económicos y políticos a los cuales se enfrentaba el país. Eso no  había ocurrido desde hacía un siglo y medio. En realidad, los Estados Generales son una reunión nacional en la cual se reunieron las 3 clases de la sociedad de aquella época: la nobleza, el clero, y el tercer estado (que cuenta para un 97% de la población). Entonces, los representantes de cada clase se reúnen para debatir sobre los problemas a los que se enfrenta el país, y cada clase dispone de una voz de votación. 

El rey les niega a los diputados del tercer estado que se junten en una de las reuniones que tuvo lugar en Versailles. Por consecuencia, ellos decidieron reunirse en otra sala, llamada la sala del juego de pelota, apoyados por los curas del clero quienes aprueban sus reivindicaciones pacíficas para constituirse como Asamblea Nacional y decidir de la recolección de los impuestos. Fue en este momento cuando nació el juramento del juego de pelota resumida por esta celebre frase redactada por el cura Emmanuel-Joseph Sieyès: « De no separarse jamás, y reunirse siempre que las circunstancias lo exijan hasta que la constitución sea aprobada y consolidada sobre unas bases sólidas. » En pocas palabras, el juramento del juego de pelota establece los fundamentos de los principios de soberanía nacional y de separación de los poderes. 

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Le Serment du Jeu de Paume

Le serment du jeu de Paume est un des événements majeur de la révolution française et il a été immortalisé par cette peinture entreprise par Jacques-Louis David en 1790 mais jamais achevée, faute de financement suffisant. La version de la peinture que vous voyez ici a donc été réalisée des années plus tard et reste cependant une référence que l'on retrouve dans tous les livres d'histoire. Ses dimensions sont impressionnantes puisque la toile mesure 358 centimètres sur 640 mais la portée historique de l’événement est encore plus importante c'est pourquoi nous vous la contons brièvement aujourd'hui. 

En 1789 le roi de France se voit obligé de convoquer les États Généraux devant les problèmes économiques et politiques que traverse le pays. Cela n'avait pas été fait depuis plus d'un siècle et demi. Les États Généraux sont en réalité une réunion nationale qui rassemble les 3 ordres ou les 3 classes qui constituent la société de l'époque : la noblesse, le clergé et le tiers-état (ce dernier compte pour 97% de la population de l'époque). Les représentants de ces ordres se réunissent donc pour débattre des problèmes que traverse le pays, et chacune des classes dispose d'une voix de vote. 

Les députés du Tiers-état sont mis à l'écart par le roi lors d'une réunion à Versailles. Ils se réunissent donc dans une autre salle appelée la salle du Jeu de Paume, soutenus par les curés du clergé qui comprennent leur revendication pacifique de se constituer en Assemblée Nationale et de décider des impôts. C'est alors que naît le serment du Jeu de Paume avec cette formule célèbre rédigée par l'abbé Emmanuel-Joseph Sieyès : « de ne jamais se séparer, et de se rassembler partout où les circonstances l’exigeront, jusqu’à ce que la Constitution du royaume soit établie et affermie sur des fondements solides ». En bref, le serment du Jeu de Paume lance les fondements des principes de souveraineté nationale et de séparation des pouvoirs.